Diciembre de 2016
Los eventos que celebramos en Navidad todavía resuenan poderosamente entre nosotros después de más de dos mil años.
- Es la historia de un Nacimiento que surgió bajo circunstancias misteriosas y milagrosas
- Es una historia de esperanzas y sueños, de promesas dadas y fidelidad callada
- Se trata de viajes de descubrimiento y escape, de peregrinación y de la huida de una joven familia hacia la seguridad
- Es, sobre todo, una historia de amor sin limites
La Navidad es la historia de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, de ángeles, pastores, reyes magos y la huida hacia Egipto – una historia del gran amor por la humanidad que Dios donde Dios restauraría la unidad orinal de la creación por medio del Nacimiento de Jesucristo. Cuando el Verbo se hizo carne. “El cielo está unido a la tierra y la humanidad es reconciliada con Dios”. (San Juan Pablo II).
Hoy, la historia de la Navidad es parecida a la vida de nuestro mundo. Al venir a adorar al Señor, muchos cristianos corren riesgos de seguridad, incluso de su propia vida. En el viaje desgarrador de los migrantes a través de las fronteras de las naciones – e incluso en nuestro propio País – la huida de la Sagrada Familia se vuelve a repetir una vez más.
La inseguridad, el sufrimiento y la muerte que tantos refugiados experimentan no pueden pasar sin que nos preocupemos y llame nuestra atención. Verdaderamente, Jesús, el Verbo hecho carne, está presente en todos los que andan por esos peligrosos caminos.
Esta Navidad, debemos renovar nuestro vinculo de hermandad con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, confiando en el Señor que nos dio todo en el don de Jesús. Que a su vez nos ofrezcamos en este mismo amor.
Prometo a ustedes y sus seres queridos bendiciones navideñas y mis oraciones en las misas que celebre.
Con mis mejores deseos y bendiciones.
Sinceramente
Patrick J. McGrath
Obispo de San José